miércoles, 7 de octubre de 2015

Finanzas Para papá ....y mamá te permite planificar a lo largo de tu vida para vivir bien




El manejo de las finanzas tiene mucho que ver con el proyecto de vida de cada personal: su proyección personal y profesional, así como la familia y su vejez.

Por eso, a la par que se planea el futuro, se debe ir mirando los recursos para lograr lo que se quiere, que no es otra cosa, en cada etapa de la vida, que vivir tranquilo y feliz.

Por eso planificar los gastos y presupuestar las inversiones requiere de tiempo, aprovechando, además, la capacidad productiva. Tenga en cuenta que los ingresos suelen ir creciendo con la edad, hasta los 55, cuando se llega al tope y luego declinan lentamente.

En el libro Finanzas para papá... y mamá, Rigoberto Puentes enumera los planificaciones que hay que tener en cuenta, entre los cuales se encuentran: 

- Planificación financiera básica: forman parte de ella los planes y actividades cotidianas que una persona realiza para administrar su dinero: el manejo del efectivo, la cuenta corriente, la tarjeta de crédito, el balance personal, el presupuesto, el estado de ingresos y egresos, etc. Es poner en blanco y negro sus cuentas.
- Planificación de activos esenciales: son los planes y estrategias que una persona debe llevar a cabo para adquirir los bienes esenciales, que son los indispensables para garantizar la calidad de vida: casa, carro, muebles, electrodomésticos, línea blanca, y demás para sentir un hogar y vida confortables.
- Planificación de seguros: son las previsiones que una persona debe tomar para anticipar y proteger a su familia y su patrimonio contra los riesgos potenciales. Tenga en cuenta el seguro de vida, del carro, de salud, de su vivienda.
- Planificación de inversiones: invertir eficientemente los ahorros, para lograr el mayor arrendamiento posible bajo un nivel de riesgo que se pueda asumir.
- Planificación del retiro: Este es un plan de inversión a largo plazo, con el objetivo de acumular el capital necesario para obtener una renta que reemplace los ingresos cuando se termine el periodo de trabajo activo.
- Planificación de la sucesión: va más allá de la simple distribución de la herencia. En ella se incluyen la administración de nuestros bienes y el cuidado de nuestros dependientes, en caso de enfermedad grave, senilidad o discapacidad mental, y, por supuesto, las disposiciones finales cuando llegue la muerte.

- Planificación de impuestos: buscar estrategias que le permitan minimizar el pago de los mismos, respetando siempre las reglas del juego


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